tratamiento combinado de Presoterapia con radiofrecuencia

La radiofrecuencia es un tratamiento estético indoloro y no invasivo que consiste en el calentamiento gradual de un tejido tras el paso de una onda electromagnética. Dicho así quizá te dé miedo, pero no tienes nada que temer, ya que como hemos dicho al principio durante el proceso no sentirás dolor al realizártelo sobre la piel.

Este calentamiento gradual en la piel provoca un efecto llamado diatermia, que consiste en la activación fisiológica desde el interior del tejido mediante tres acciones:

• Aumento de la microcirculación.
• Dilatación de los vasos sanguíneos.
• Aumento de la temperatura a nivel dérmico que favorece la producción de nuevo colágeno.

Existen dos tratamientos con radiofrecuenca: cara y cuerpo. La radiofrecuencia es capaz de ‘despertar’ nuevamente la capacidad de nuestros tejidos de renovarse, por lo que puedes hacerla tanto en el rostro como en el cuerpo. ¿Quieres saber cómo actúa en cada zona? ¡Sigue leyendo!

Radiofrecuencia facial: qué es y efectos

La radiofrecuencia facial es la encargada de mejorarnos la piel del rostro, proporcionándonos una serie de beneficios:

• Da firmeza y redefine el óvalo facial.
• Difumina las arrugas, devolviéndole al rostro juventud.
• Mejora la flacidez del cuello, reduciendo los problemas de doble mentón, uno de los aspectos que más envejece el rostro.
• Eleva las cejas y remodela el contorno de ojos.
• Las mejillas presentan una apariencia más turgente y elevada.
• Se produce una oxigenación y desintoxicación de la piel con activación del metabolismo de la misma.

Radiofrecuencia corporal: qué es y efectos

En el caso de la radiofrecuencia corporal, los efectos que se consiguen en esta zona son:

• Estimular la producción de colágeno y elastina, que dará más firmeza a la piel.
• Aumentar la circulación sanguínea en la zona de tejido graso, con lo que mejoraremos su metabolismo y la eliminación de desechos.
• Favorecer el drenaje linfático natural, lo que también ayuda a la eliminación de toxinas.

Este tratamiento se puede realizar en multitud de zonas, como los brazos, el abdomen, los glúteos y los muslos.

A grandes rasgos, gracias a este tratamiento de radiofrecuencia conseguirás mejorar la producción de colágeno, la circulación sanguínea, la disolución de grasa o el drenaje linfático.